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A Takashi Murakami se le tacha de artista Pop Art, y si bien como Warhol (o Oldenburg, o Lichtenstein), Murakami utiliza la cultura popular y le da una vuelta de tuerca, y su arte se presenta en diferentes formatos (incluso en carcasas para móviles y estampados para los carísimos bolsos de la marca Louis Vuitton), este artista dice: “Mi arte no se insiere dentro del Pop Art. Es la muestra de la lucha de las minorías”. Claro que, con sus murales coloristas y su técnica superflat, basada en el manga y el anime, resulta difícil captar su mensaje. Pero él insiste: el suyo es un arte que pretende ser una actualización del arte contemporáneo japonés que, para Murakami, es sólo una débil apropiación de las tendencias occidentales.
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