Dicen que hay un máximo de seis grados de separación entre dos personas que no se conocen; entre Christina y yo, sólo uno: Ray Loriga. (Tuve la suerte de llevar la prensa de uno de sus libros, me pareció un gentleman encantador.)
Señorita es la única canción de Christina que no ha escrito ella. Lo hizo él.
Yo lo llamaba "Ray Llorica", de cuando escribía novelas cuyos protas no paraban de quejarse porque los habían plantado sus novias rubiazas despampanantes. Después comencé a canalizar mi rabia hacia otros objetivos, como Chris Martin (¿de qué te quejas, si estás con Gwyneth Paltrow?).
ResponderEliminarHace mucho que no leo nada suyo. Lo peor de todo me encantó, veo que es de lo más perdurable de aquel pestiño que intentaron vender como Generación Kronen, y hasta comencé un cuento con una cita de la novela. En Héroes cometió el error de repetir el mismo esquema, y le cayeron hostias por todos lados; la novela no estaba tan mal. Y de Tokio ya no nos quiere debí de hacer la única reseña positiva que apareció en revistas de ciencia ficción: vale que no inventaba nada, pero, joder, demostraba que había entendido a William Gibson y J. G. Ballard mucho mejor que algunos autores del género.
En no me acuerdo qué programa de televisión se marcó una boutade de las que hacen historia. Al acabar el programa, el presentador o presentadora pedía a los participantes que dijesen su palabra favorita. La gente se descolgaba con las típicas ('paz', 'amor', 'amistad', 'solidaridad', bla bla blá) y Ray Loriga, ni corto ni perezoso, dijo: "Real Madrid".
Vamos, que parece un cachondo mental. Y, además, escribe bien.
Loriga es un tío cuya obra me interesa un montón. Es de los escritores que aún consiguen que escriba frases de sus novelas en libretas, imágenes sencillas que resumen y plasman perfectamente algo que has sentido, creído y/o pensado alguna vez, frases que podrían ser tuyas y que, sin embargo, nunca se te han ocurrido.
ResponderEliminarDespués de leer "Ya sólo habla de amor" pensé que estaba pasando una etapa Paul Auster (es decir, su obra literaria ya no estaba a la altura de sus trabajos anteriores), pero me falta por leer lo último de lo último, "Sombrero y Mississippi", que dicen que ahí recupera fuelle (como dicen que lo ha recuperado finalmente Auster).
Dejando de lado su obra, es un hombre muy leído, una gozada hablar con él; sobre todo porque no es pretencioso y charla de cualquier cosa, es lo que tú dices del Real Madrid: adora el fútbol, se muere por su equipo. Cuando coincidimos, tuve la suerte de presenciar uno de los últimos partidos de liga (muy reñida entre el Barça y el Madrid, para variar). En un bar donde coincidimos con el propietario de la librería 8 y 1/2, Agustín Almodóvar y el secretario de Antonio Gala (todo un personaje, imaginarás), intentó explicarme qué era un fuera de juego y aunque no entendí nada, debo reconocer que por primera vez me interesé por el fútbol por cuánto disfrutaba él del partido. Imagínate que cuando el Real Madrid se hizo con la liga ese año le mandé un SMS: "Es la primera vez que me alegra que gane el Madrid". Sólo por su entusiasmo.