En febrero empecé un blog sobre cine y, aunque no puedo vivir sin películas, el blog cinematográfico me quedaba estrecho. Necesitaba hablar de más disciplinas, de danza, de moda, de teatro... fotografía... ¡tantas otras!
Aquí estoy, pues, de nuevo, para dar espacio a todas ellas.
Sin embargo, empezaré por mi cinefilia.
A los seis años hice una prueba para Victoria, ese Waterworld catalán que fue la película de Antoni Ribas. Pero no sería hasta años después, en la universidad, que rodaría algunos cortos para la gente del ESCAC y para amigos que estudiaban audiovisuales. (En uno de ellos aparecía junto a Abel Folk, que era de la panda juvenil de mi madre y empezó a hacer teatro con ella; lo dirigía uno de mis amigos, Jordi Andújar, que ha acabado siendo actor y apareciendo en series como Al salir de clase, en películas como Amic/Amat y hasta recientemente estuvo representando Los chicos de Historia junto a Josep Mª Pou.)
También en la universidad, hice diversos cursos sobre cine: uno de cine italiano (donde descubrí a los hermanos Taviani y su Padre Padrone, aunque las películas que me partieron el alma fueron Rocco y sus hermanos y Dos mujeres), uno de cine francés (voto por un clásico, Los 400 golpes, de Truffaut), uno de adaptaciones cinematográficas de obras de Shakespeare (adoraba tanto a mi profesora que un verano londinense fui a ver Esperando a Godot con Ben Kingsley de protagonista y le pedí que me firmara un autógrafo para ella; también hablé con Phyllida Law, la mamá de Emma Thompson -porque eran mis vecinas-, ¡justo el día que volvía de haber comprado Mucho ruido y pocas nueces de Brannagh!; ¡y vi en vivo y en directo a Orlando Bloom!), uno de historia del cine y otro de guión cinematográfico. También he tenido la suerte de hacer cursos de escritura dramática con Neil Labute y José Sanchis Sinisterra (que fue una especie de mentor en mis primeros tiempos).
Además, he tenido la suerte de estar rodeada de gente del sector desde pequeña: uno de mis familiares es Lluís Mª Güell, y el padrino de mi hermana es Miquel Gelabert (además de ser Jaume en Ventdelplà, ha aparecido en varias películas, como Fausto); gracias al Institut del Teatre la mayoría de mis amigos y conocidos son actores, directores y guionistas, y de mi trabajo como jefa de prensa me llevo los ratos compartidos con Ray Loriga y Pepe Viyuela, a los que adoro, porque son dos soles. También hice muy buenas migas con la gente de Paramount Comedy. Y tuve la fortuna de tener en el catálogo de las editoriales para las que trabajaba a nombres como Isabel Coixet, Paul Verhoeven, Jean-Paul Carrière y Cuca Canals, y a Paul Rusesabagina (fue, en la vida real, el protagonista de la historia que cuenta Hotel Ruanda), Jeff Lindsay (autor de Dexter), Gemma Lienas (cuyo El diario rojo de Carlota se acaba de estrenar en cines), Dan Brown, L. J. Smith (Crónicas vampíricas) o Cassandra Clare y Elizabeth Kostova (autoras de Cazadores de sombras y La historiadora, respectivamente, cuyas versiones cinematográficas se están rodando), que se convirtió en una buena amiga.
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