Ella, vestida de domingo, se rasca la nariz y barre los cristales de su corazón.
ELLA (como una niña enjaulada)-
Fría y gris como mariposas de cartón.
Mi amante mi bien se marchó de mañana
Quedan restos de su voz
Y entre las cuatro esquinas que tiene mi casa
Se esconde su rostro de amante mi bien
Mi todo mi nada
Mi vente a mi vera corriendo
Corriendo a mi orilla marchita
A mis piernas desnudas como charcos de barro
Como astas clavadas y llenas de viento
Para que se hinchen las velas
Y devuelvas la distancia recorrida por tus pasos
A mi casa
Y vuelvas ya aquí
Donde te vieron mis ojos mi boca
Donde te espero desde el momento que cerraste la puerta.
Se cierra una puerta de golpe y... oscuro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario