jueves, 29 de julio de 2010

EN 3D


El fin de semana pasado llevé a un niño a ver Toy Story 3. Él, que tiene 10 años, no había visto nunca una película en 3D. Y cuando ha empezado, con una escena memorable, yo no he podido disfrutarla porque estaba extasiada mirando al niño, que abría la boca sorprendido y soltaba "aah" exclamados. Ha sido fantástico observarle, darme cuenta de que probablemente era un espectador ingenuo como los que se encontraron los Lumière.

Hay detractores del 3D, pero si tiene la capacidad de maravillarnos de este modo, bienvenido sea.

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