Ayer fui de rebajas. Me quise tirar de los pelos cuando vi que Vialis tenía los zapatos rebajados en incluso más de un 50%, sobre todo porque a finales de junio no pude aguantar más y me compré unos que me costaron 130€ y por los que ahora sólo hubiera pagado... ¡55€! (Sic.) Al final opté por un par de sandalias marrones (unas de tacón y otras de cuña), porque las únicas que tengo en este color (de la misma marca; Vialis y Camper deberían hacerme una tarjeta VIP) son extraplanas, como las compresas o los pechos de Kiera Knightley. Ambos zapatos me encantan, pero deberé acostumbrarme a ellos: son tipo zueco (como de madera, pesados) y algo peligrosos: vamos, que bajando las escaleras sólo puedes repetirte el mantra siguiente: "por favor,¡ que no me rompa la crisma!".
Entré también en Bimba & Lola, que tienen unos precios razonables y unos complementos que no están nada mal (sin embargo, sigo sin encontrar ropa que me motive ahí). Curioseé por Pedro del Hierro y Custo, pero ni los precios ni las prendas me convencieron.
Finalmente, mis compras de ropa las hice en H&M porque no quería gastarme mucho dinero, quería algo à la mode y porque suelo encontrar prendas económicas y especiales (con mucha más personalidad que en las tiendas del Grupo Inditex). Cayeron unos tejanos desgastados holgados (estoy encantada con ellos, me los puse ayer por la noche porque llovió y refrescó, y en el restaurante japonés me sentí sexy con ellos); unas bermudas tejanas también (lo compré pensando en esa ristra de prendas básicas que una debe tener en el armario: me gustan los tejanos pero el impenitente calor del verano no deja tregua para ir con prendas de este tipo, así que pantalones cortos, bermudas o piratas son la mejor opción); una falda marinera de vuelo (la prenda más fashion de todas, la típica que te encanta pero no sabes si acabarás poniéndote mucho, quizá el día que tengas ganas de ir chica trendy), por encima de la rodilla, con lazo frontal y una camiseta color crema con ribetes negros en el cuello y en los discretos tres volantes de las mangas (es bonita y sienta bien, pero es algo larga para mi gusto). En total: menos de 80€.
Pero uno de mis propósitos de septiembre es hacer limpieza de armario y tener un fondo de ídem reducido pero maravilloso. Y es que a finales de septiembre vuelve a organizarse el Lost&Found en Barcelona, y ya me he pedido uno de los tenderetes para vender mi ropita de segunda mano. Así, me desharé de tanta ropa que no uso ni me convence y me quedaré, pues, con pocas prendas pero selectas, aquellas que adoro porque, cada vez que me las pongo, me hacen sentir guapa. ¿Y qué prendas son ésas? Ahí van algunos vestidos de ejemplo: uno de H&M del 2002 de seda de colores marrones y rosas pastel, de flores, que recuerda un poco a los kimonos; otro también de flores, de tirantes y que cae recto hasta los pies, de Josep Font y comprado en el 2008; otro de tirantes, retro, blanco y rojo con un estampado setentero de Pedro del Hierro de 2009; uno de Custo de 2008 cortito, como una camisola; uno del año pasado de Aílanto de corte recto y por encima de la rodilla, a rayas en tonos de marrón; u otro también del 2009 comprado en el outlet de Mango de ganchillo verde.
(En la imagen: Edna Moda es la diseñadora por excelencia en Los Increíbles... Al hilo de los parecidos físicos de esta semana, ¿no os parece una tía de Doreen, la mala compañera de clase de Ester Lucas en Los mundos de Ester?)
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