Amin Maalouf, nacido en el Líbano (bello país de contrastes que he tenido la suerte de poder visitar), se considera un ciudadano del mundo. En una imperdible entrevista a Qué leer, el autor dice lo siguiente, que suscribo:
"Creo en la identidad por acumulación (...) Lo importante no es el lugar donde naces, sino los caminos que recorres después. De hecho, siempre he odiado la palabra raíces. Los humanos no somos vegetales. Tenemos dos piernas que nos llevan donde queramos ir."
"El mundo debería estar listo para abrazar esa pertenencia múltiple a los lugares elegidos, sin tener en cuenta nuestra procedencia geográfica, la religión o la nación."
"Yo sé perfectamente que la humanidad no está formada por hombres y mujeres de buena voluntad dispuestos a quererse los unos a los otros. Pero desear que así sea algún día no me parece nada ingenuo. Es una aspiración legítima y necesaria. Lo extraño, por peligroso, sería resignarse a lo contrario."
"Me defino como un hombre preocupado, aunque todavía no desesperado. Pero no, no puedo decir que sea optimista. El mundo me parece cada vez más duro."
"Al-Ándalus supuso una mezcla casi perfecta, un momento de ósmosis cultural muy fuerte, donde se produjeron cosas muy significativas a nivel intelectual. Hoy, en cambio, la convivencia entre judíos y musulmanes sólo produce Gaza, bombardeos y odio mutuo. (...) La España de las tres religiones, pese a terminar fracasando, demostró que la coexistencia era posible. La fraternidad entre élites procedentes de comunidades muy diferentes terminó generando la civilización más rica y floreciente del momento. Tendría que ser un motivo de inspiración para hoy."
"No puedo admitir que seamos deferentes y respetuosos con alguien que se impone a través de un comportamiento autoritario y que, en cambio, no lo seamos cuando tenemos delante a una persona modesta y reservada. Me pone enfermo esta forma de masoquismo que consiste en humillarse ante el que te trata con arrogancia y tomar a la ligera al que, en cambio, prefiere tener una actitud respetuosa."
"Cuando alguien ha tenido suerte en la vida, tiene que conservar la modestia para ser digno de lo que se ha recibido."
(Encontraréis el resto de entrevista en el número 159 de la revista.)
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