viernes, 9 de diciembre de 2011

A VUELTAS CON LA PUBLICIDAD



Hay anuncios simples que a uno le parece que podría haberlos pensado uno mismo porque le producen cierta sensación de déjà vù. Lo cierto es que esa sensación normalmente se debe al hecho de que ya hemos visto la idea antes. Este es el caso de los carteles de la escuela de arte italiana Civita, que usa bebés caracterizados de grandes artistas como reclamo. Me gusta el resultado, como dicen en inglés, it's clean, simple and it works, pero la idea no es nueva. Sin ir más lejos, el MOYA (Museum of Young Art) de Viena hizo algo parecido.

Aunque a veces son simplemente ideas que se cruzan y coinciden, otras la similitud es tal que uno considera el plagio. A mí me ocurre con los carteles de H&M de las paradas de autobuses de este otoño: Jerry Hall y su hija, David Byrne y su hijo me remiten irremediablemente a las campañas de Comptoir des Cotonniers. ¿Casualidad? No creo. Comptoir des Cotonniers, como H&M, se dedican a la moda. Además, hace años que la firma francesa utiliza el mismo tipo de anuncio: progenitores y vástagos (en este caso, sólo del sexo femenino, porque la ropa de la marca es para ese género). Funcionan, pues, como Benetton: los anuncios tienen una línea determinada marca de la casa.


Por tanto, que H&M se saque de la manga una campaña igual no le favorece nada a la empresa sueca. Los anuncios de los franceses siguen siendo mejores: presentan a sus protagonistas, mamás e hijas de la calle, con unos "I love" y "I hate" que las personaliza, individualiza y las acerca a la clienta.





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