De nuevo yo,
la que se queda en la cuneta
con la columna rota.
COMO ESCRIBIÓ J. A. GOYTISOLO: "A VECES (...) QUISIERAS TENER TODO EL PODER PRECISO PARA MANDAR QUE EN ESE MISMO INSTANTE SE DETUVIERAN TODOS LOS RELOJES DEL MUNDO." LA VIDA, PUES, ESTÁ LLENA DE EXTRAÑAS HABITACIONES EN LAS QUE VIVIMOS QUE ME GUSTARÍA QUE PERMANECIERAN.
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